jueves, 24 de junio de 2010

Reflexiones

Hoy he tenido una experiencia...indefinible: he acompañado a Mª José a visitar a "sus chicas". La verdad es que todavía no me he recuperado. Me explico, ha estado genial, me encontraba muy a gusto y tranquila, y sólo me he puesto nerviosa una vez ya había salido, cuando un cúmulo de sensaciones y emociones se me han venido encima.


Más allá de disquisiciones éticas o morales, una experiencia de este tipo hace tambalearse tus principios: la aprensión a las instalaciones donde una bosla de plástico o un kleenex se convierten en un tesoro, y tu espacio vital se reduce a un patio del tamaño de una cancha de futbol sala, se mezcla con la emoción de ver todo lo que se puede hacer para alegrar la vida de estas chicas. Te dan ganas de ir a casa para llevarles todo lo que tienes. Es cierto, esto engancha.


También me ha sorprendido Mª José, que me ha demostrado que más allá de sus bromas habituales, tiene una gran sensibilidad y conecta muy bien con ellas, detectando en seguida sus necesidades. Gracias Mª José, porque ha sido una gran lección.

Y a las chicas, les das un beso de mi parte. Siempre las recordaré.

2 comentarios:

corapensa dijo...

!Que alegría que emoción!,me alegro que haya sido una experiencia muy enriquecedora para ti.
JEJE,"No estamos lokos sabemos lo que hacemos",me ha encantado que vinieras,para dar "FE" de mis chicas,o sea que no son invenciones,que existen
Muchas gracias por todos los presentes que les has llevado.
"Quien regala a una de mis chicas me regala a mi" que presuncion parezco jesucristo

Robledo Ruiz dijo...

En definitiva, todo lo que hacemos nos ayuda de alguna manera, me alegro que hoy haya sido un buen dia, un beso